domingo, noviembre 26, 2006

Coal miner's daughter.


Tras terminar aquél paquete de tabaco, me compré otro y luego, otro. En fin, una vez más he puesto una nueva fecha límite para dejar de fumar, que será el día en que salga a la venta la nueva consola de videojuegos de Nintendo, la ansiada Wii y que, esta vez sí, espero que represente un antes y un después no sólo para mis diversiones, sino para la salud de mis pulmones. Y bueno, desde aquél día que pretendí dejar de fumar, no ha pasado nada de especial interés, salvo dos cosas.

La primera fue el concierto de Martirio, que devolvió mi tremendo amor por esta artista y que hizo que me comiese con patatas mis primeras engañosas impresiones del disco. Pero como no quiero aburriros, siempre hablando de lo mismo, sólo os pido que multipliquéis al cubo la máxima expresión de felicidad que hayáis podido ver en mí alguna vez, y que le pongáis palabras.

Y bueno, lo segundo reseñable es que al fin conseguí un disco (me lo regaló un amigo) que ansiaba sobremanera: la banda sonora de la película Coal miner's daughter, conocida en España como Quiero ser libre.




Una vez más, debo hablar de Sissy Spacek, que tras Carrie, Tres mujeres y Malas tierras, consagró su carrera con su único Óscar al interpretar a una famosa cantante country llamada Loretta Lynn. La película no deja de ser un biopic que se deja ver muy bien a pesar de sus tufos telefílmicos, y que supone para Sissy una oportunidad perfecta para conseguirse el corazón de los americanos más americanos, y los académicos más casposos. Por supuesto, la película me encanta, porque en su faceta mas camaleónica, la actriz pasa de ser la pobre hija del minero Coal a una estupendísima cantante country de armas tomar, amenizado todo ello con canciones bien bonitas, entre las que se encuentra There he goes, muy posiblemente la canción que más me haya emocionado nunca, por lo que significó la primera vez que la escuché. Y nada más, que muchas gracias a Roberto, y todo eso.