martes, julio 08, 2008

Exotránsito 3

Inés No Ronca entró en la habitación propinando un portazo bestial. Pero para Tilo sólo supuso un estruendo ensordecido por un sueño que no llegaba a terminar nunca. Estaba echándose la siesta, feliz como una regaliz, y se encontraba en una fase del sueño en que la conciencia estaba más allá que acá. Las garras que Inés que tenía como manos asieron los hombros de Tilo, zarandeándolo hasta despejar el más mínimo reducto de sueño de su hijo. Ésa era al menos su intención.

Tilo se había dejado abandonar por la embriaguez de un descanso que deseaba eterno y que le procurase la despreocupación de vivir sus responsabilidades. Llevaba a saber cuántas horas dormindo e Inés, aconsejado por Gael, dejó que lo que aún le quedaba de niño se pudriese en el descanso de aquél sueño. Pero ya no más, santo Tomás.

- ¡Tilo! ¡Despierta de una vez!
- Uhm...
- ¡Por el amor de Dios! ¡Llevas 14 horas durmiendo! - la mirada marrón de Inés desprendía fuego - Es hora de que empieces a ejercer de lo que se te ha
asignado.
- Mmmm...
- Andrés. ¿Recuerdas?
-... sí... Andrés...

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